Este pasado 2 de marzo se ha publicado en el número 2.027 de la revista Interviú un interesante reportaje que bajo el título "Cazan contratas y escatiman nóminas”, denuncia la grave situación de los trabajadores de la empresa Innova Data Center en proyectos de la Biblioteca Nacional. Es importante recordar que está empresa es un Centro Especial de Empleo que trabaja fundamentalmente con personas con discapacidad y que se beneficia de ayudas y subvenciones públicas, especialmente diseñadas para facilitar la integración de este colectivo en el mercado laboral, pero que en realidad son utilizadas por esta empresa para adjudicarse proyectos con reducciones de hasta el 50% del valor inicial de licitación.
Los empleados de esta empresa, no solo de la Biblioteca Nacional, sino también del Archivo de Justicia y del Área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, del Bibliometro de Madrid o de la Agencia Española de Medicamentos, denuncian el retraso sistemático e incluso el impago en el abono de las nóminas o de los finiquitos, lo que ha llevado a estos trabajadores a presentar las correspondientes denuncias ante los juzgados de lo social.
Muchos de estos trabajadores se encuentran en una situación dramática, en la que tienen que seguir acudiendo a su puesto de trabajo sin percibir un salario, pero en la que si tienen que hacer frente a los gastos diarios de una familia: hipoteca o alquiler, alimentos, luz, transporte, el colegio de los niños, etc. Y todo esto se está dando dentro de organismos públicos y de instituciones tan prestigiosas como la Biblioteca Nacional.
Y a todo esto ¿que tiene que decir la dirección de la principal institución bibliotecaria de este país? Su propia directora, Ana Santos Aramburu, declara en este mismo medio que tuvo noticias de estos hechos “a través de fuentes no oficiales a finales de 2014. Nos hemos puesto en contacto con la empresa en sucesivas ocasiones con escaso resultado”. Para más adelante añadir que “hasta el momento, la BNE ha hecho frente a todos los pagos correspondientes al servicio realmente ejecutado”. Vamos, toda una declaración de intenciones. Es decir, que se lavan las manos y entienden que no tienen ninguna responsabilidad ante semejante despropósito, como si estas empresas hubiesen irrumpido en la Biblioteca Nacional por la fuerza, se hubiesen apoderado de servicios esenciales de la misma, campando a sus anchas por la institución sin que la dirección pueda hacer nada para evitarlo, bueno, tan solo tomar la decisión de no renovarles la adjudicación, y sustituir a esta empresa por otra, sin adoptar ninguna decisión para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse.
Desde Todo sobre mi ERE queremos solidarizarnos y mostrar todo nuestro apoyo a los compañeros de Innova Data, y desde esta modesta tribuna intentaremos aportar nuestro granito de arena para seguir denunciando el desamparo y la precariedad laboral que sufren actualmente todos los trabajadores externos de la Biblioteca Nacional.
Poco a poco vamos haciendo algo de ruido. ¡Que no decaiga!
ResponderEliminarQue se enteren de una vez. Ahí estamos con la cabeza alta
ResponderEliminarEl último programa de Salvados (La Sexta) se grabó parcialmente en la Biblioteca Nacional y con la ausencia del ministro Wert, que rechazó la invitación para debatir sobre la educación financiera, implantada en algunos colegios. Como se vio, tal plan diseñado en la CNMV, sólo sigue los postulados de la economía neoliberal imperante y los inculca deliberadamente entre los jóvenes, con el objetivo declarado de que sean dóciles a esos macropoderes.
ResponderEliminarSí, es ese patrón que por definición (pura teoría económica) mercantiliza todo lo que sea susceptible de dar beneficio en dinero, sin filtros ni fronteras, como vemos también en las externalizaciones de la BNE. Ahí, donde los concursos públicos son simples subastas ya que priman sin disimulo la oferta económica, y todo lo demás es secundario. Sin escrúpulos.
Sí, por eso el último pliego de licitación para Proceso técnico en la BNE, nudo gordiano de la institución, sí, por eso se adjudicó ya sin necesidad de hacer un examen de conocimientos ni valorar la experiencia del personal. Esa visión depredadora fue la que permitió proclamar como flamante adjudicataria, para realizar el tratamiento de todos los libros publicados en España, nada menos que a la empresa que peor puntuación obtuvo en la memoria técnica, es decir, en lo que es el meollo del trabajo a desempeñar. Esas tareas en que es la cabecera del sistema bibliotecario nacional, cuyos trabajos toman directamente (copian y pegan) muchas bibliotecas del país.
Este es un ejemplo práctico de cómo maltratar la cultura. Podrían incluirlo en ese plan didáctico de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Después de todo, fue el señor Wert quien declaró que la filosofía y las artes son asignaturas que distraen en el currículo. Por si alguien tenía dudas de cómo piensan quienes gestionan la manoseada y devaluada Cultura.
"Estamos en contra de la externalización (aunque llevamos desde el siglo pasado practicándola) y vamos a solicitar un plan de contratación de empleo a cuatro años (eso sí, que no suponga incrementar la dotación presupuestaria ya asignada); además, vamos a preparar (que hasta ahora no teníamos) un manual de buenas prácticas para empresas externas". Ese es el discurso de la directora de la Biblioteca Nacional.
ResponderEliminarY la pregunta es: ¿Y NO LE DARA VERGÜENZA?
El manual de buenas prácticas es para aplicárselo la BNE la primera; si no, sería el colmo.
ResponderEliminarSi la directora no quiere la externalización, entonces, ergo, estará en contra de que desde los años 90 personal de contratas haga el grueso de las funciones que son propias de la BNE, en contra de lo que estipula su estatuto. Más de 50 personas catalogando, clasificando, etc., no sólo las publicaciones actuales, sino todo lo acumulado en decenios y decenios. Los externos son quienes se han ocupado de hacer accesible a los lectores miles de obras pendientes de cualquier fecha del siglo XIX, libros de lo más variopinto. Porque la gente externa de proceso técnico es la mayoría del personal total, ni mucho menos un refuerzo, sino más bien los contrafuertes que sostienen el andamiaje para que no se caiga. Como una catedral gótica esbelta, que tiene en la belleza de sus vidrieras la debilidad para sostenerse y requiere de esos contrafuertes. En el caso de la BNE no se ven porque van por dentro del edificio, pero por mucho que insistan, el eufemismo "refuerzo" es una burda mentira para intentar tapar que incumplen el estatuto de la Biblioteca.
Errata en el mensaje anterior, por las prisas. Quise decir que la gente subcontratada se ocupa no sólo de los libros publicados en España a lo largo de todo el siglo XX, sino también del XIX, de los posteriores a 1830. El último contrato adjudicado es para hacer 66.000 obras en un año; antes de la crisis eran más de 80.000 títulos anuales y unas 70 personas externas para ello.
EliminarTamaña tarea no la pueden abarcar los cuatro gatos, tal cual, que son funcionarios en Proceso técnico en la BNE.
Por eso son las empresas las que, además de lo publicado nuevo cada año, se ocupan de sacar adelante los miles de libros acumulados desde 1830 y sólo disponibles al público una vez que han sido catalogados, clasificados, etc., no antes. Gracias a esos externos, esas obras salen de una larga espera de años, amontonados y en la práctica inexistentes, hasta ese momento.
Los ex trabajadores de Innova data Center que trabajaban en el Ministerio de Educación seguimos sin Cobrar los Cuatro meses y el finiquito de 2014 que nos deben
ResponderEliminarLo que tiene que hacer la directora Ana Santos es irse para su casa y dejar el puesto a alguien que sepa hacer su trabajo y no escudarse en gestiones anteriores.
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