Esa es la cantidad que la BNE se ahorrará con todo este lío... Una cantidad irrisoria, tanto en el global como en lo individual. ¿Cuántos eventos, exposiciones o viajes a reuniones internacionales se costean con 200.000 euros? Con 4.000 euros, ¿cuántas nóminas/mes de un funcionario del grupo A se pagan?
Entonces, ¿le merece la pena a la BNE contratar a una empresa nueva, inexperta en este tipo de proyectos, con una plantilla por formar, con lo que eso puede suponer en el retraso de la publicación de la Bibliografía Nacional, por no hablar de la "calidad" que pueda dar en su "producto" final y los problemas que puede suponer al personal funcionario, dedicado a otro tipo de labores técnicas, y a la institución en general?
¿Y si, como muchos temen, Castor Informática no fuese capaz de sacar adelante el proyecto y se tuviera que suspender y convocar de nuevo? Ese margen de ahorro de 200.000 euros, se diluiría y muy probablemente pasaríamos a tener un "déficit", no presupuestario si no de gestión.
Así con todo, el primer responsable sería quien ha obligado a ajustar el presupuesto (quizás el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte o la Secretaría de Estado de Cultura) pero la BNE no quedaría exenta de culpa, por su "ceguera" e inoperancia institucional ante una realidad capaz de ver hasta un tío de letras.
¡Qué pena de país! Al final va ser verdad que Pepe Gotera y Otilio (o sus hij@s) siguen estando a cargo de la "obra"...
Qué fuerte!!
ResponderEliminarYa ocurrió: Ever Team perdió el proyecto que tenía en el departamento de Depósito Legal en la Biblioteca Nacional, se lo concedieron a Castor Informática y al cabo de un año tuvieron que buscar a otra empresa porque fue un auténtico desastre.
ResponderEliminarEl proyecto duró los 2 años de concurso que tenían y no se renovó por la fusión de servicios. Ese proyecto de DL con 10 personas hizo el trabajo de 25 personas que había antes y fue felicitado por toda la BNE.
EliminarEn proyectos de corte técnico se han comido varios mojones. Es decir que los castores se van a comer un mojón y su apuesta empresarial será una basura. Como todos los subcontratadores.
EliminarNo dudo de vuestro trabajo. Lo que me cuesta más creer es la felicitación de toda la BNE, no porque no lo merecierais, ojo, sino por semejante muestra de decencia y respeto por trabajadores externos a dicha institución. Institución que va en caída libre sin ningún control.
EliminarEsos cerebros privilegiados que no hacen más que cagarla con sus acciones son los responsables de que ahora mismo 58 personas estén en la cola del paro. Pero nadie les pedirá responsabilidades y no pagarán por jugar con la vida de otras personas como si fuesen fichas del monopoly. Eso sí, su sueldo es el triple sin importar si lo hacen bien o mal. Auténtico ASCAZOOOOO!
ResponderEliminarDespués de estar trabajando en la BNE durante casi 10 años y conocer los chanchullos que hay, no me sorprendo de nada. Es de vergüenza como actúa la administración!!!!!
ResponderEliminarCastor solo lo ha hecho bien durante los años que hemos estado trabajando en atención al público (salas generales y especiales) y porque sus trabajadores éramos competentes. En el momento que ya dependía de su gestión, (rebajas y engaños), entraron en ERE (falso porque ganaron muuucho dinero) y nos pusieron de patitas en la calle.
ResponderEliminarEspero que escarmienten y se disuelva definitivamente esta empresa. Solo engañan y encima están apoyados por la BNE. ¡Que pena de situación!
En el ministerio de las letras, lo importante son los números.
ResponderEliminarEl concurso público de 2014 salió en el BOE en 1251.886 euros para 12 meses. Ese punto de partida es idéntico a la cantidad final, con la que Ever ganó el proyecto de Monografías de 2013, si se prorratea por sus 8 meses, puesto que en ambos casos resultan 104.323 euros/mes de coste.
Pero además, el nuevo proyecto ya no sólo es para Monografías, añade como novedad Fondo Antiguo. Y no por el mismo dinero que el anterior, sino menos, puesto que, si se quiere ganar, hay que tirar a la baja al máximo el precio de salida.
No solo eso, aún hay más, dado que el pliego de licitación prefiere la baratura con mucha ventaja sobre la calidad, el doble, porque puntúa el 65% el precio y solo el 35% la vertiente técnica. Las cifras cantan, no hay lugar para interpretaciones.
Con las condiciones de su concurso, el ministerio dice así claramente a las empresas aspirantes, que premiará con la adjudicación a la que menos escrúpulos tenga. ¡Hagan juego, señores! Todo vale.
Dicho en román paladino, quien quiera conseguirlo deberá que ajustar el cinturón hasta el extremo, en unos sueldos paupérrimos que poco tendrán para sujetar. Su misión será más bien evitar que los huesos del esqueleto se desparramen.
Si Castor ha rebajado la oferta inicial en 200.000 euros, su coste mensual se reduce en 16.666 euros respecto al anterior de 104.323, quedando en 87.657 euros.
Y la “vencedora” no tendrá que importar fuerza de trabajo de la Isla de Gorée; hay autóctonos ya aclimatados y dispuestos a prestarse a eso. A diferencia de otra gente, que ha optado por la bandera de Forges, la de su viñeta del pasado día 5 en El País.
Días atrás, el 21, El Roto escribía en el mismo sitio:
¡HABÉIS CONVERTIDO LO SAGRADO EN MERCANCÍA, Y A LA MERCANCÍA EN LO SAGRADO!
Al final todo se resume en dinero ... dinero que se ahorra el Ministerio o la Biblioteca para dios sabe que en detrimento de la calidad de su catalogo y de bibliografía nacional. Tiempo al tiempo y ya veremos en que acaba todo esto ...
ResponderEliminarSí, pienso que la historia sólo acaba de empezar. Es como un huevo Kinder, pero no se sabe qué habrá dentro. Y al manipularlo, se manchan las manos.
ResponderEliminarSi se le adjudica a la empresa más osada en el precio y con peor nota en la baremación técnica, plantilla que no conoce las precisiones de ese trabajo en la BNE, sus controles de calidad ... la aventura no se presenta fácil, a priori, con tintes de encerrona. Me he acordado del anuncio en prensa del irlandés Shakleton para ir a la Antártida, pero en este otro caso no se ofrece la gloria como premio. Por eso me parece mucho más gratificante en lo personal el trabajar en una ONG. Seguro que es más enriquecedor como estímulo y aprendizaje personal.
Eso sí, como reto para la infantería en el que foguearse, contra viento y marea, el desafío de Castor no va a tener precio, nunca mejor dicho. Un hito en su historial, "rien ne va plus".
Tengo entendido que la BNE estaba contenta con el trabajo en Monografías de la plantilla de Ever.
ResponderEliminarPero, dadas las cláusulas del pliego del nuevo concurso, oficiosamente la ganadora es la empresa que presentó una oferta calificable de baja temeraria. Antes eso era suficiente para que una candidatura así quedara descartada de la contratación pública. Ahora, en cambio, con los tiempos que corren de devaluación máxima, resulta que es la premiada. Y, aunque se enmascare con otro nombre, no deja de ser una temeridad optar por ella. Porque para Castor el trabajo en Monografías de la BNE es "terra incognita": su desconocimiento de los procesos y detalles quedó reflejado en la puntuación mínima de su memoria técnica, así como en el nuevo personal con que va a contar para llevarlo a cabo a solas...
En cambio, esta empresa no es desconocida para la BNE, ha habido borrones en la colaboración pasada que despiertan ahora suspicacias. Con estos mimbres, bien podría ocurrir que en apenas unos días, con su labor, la base de datos de la Biblioteca se llenara de registros bibliográficos no adaptados a los estándares de la BNE, es decir, una especie de basura espacial, que habría que limpiar para poder publicarla en Bibliografía Española, con el consiguiente retraso yr el doble coste en tiempo y trabajo.
Más el detalle de que esas fichas son visibles en todo el mundo desde que el mismo momento en que se dan de alta, gracias a los metabuscadores que miles bibliotecarios y usuarios consultan a diario en los cinco continentes, desde internet. Es decir, los parches por ahorrarse unos euros pueden salir aún más caros.
La BNE, como institución pública, debe ser eficaz a la hora de invertir su presupuesto, procedente de los impuestos de la ciudadanía, a la que debe rendir cuentas de sus resultados.
La Cultura debe ser una cuestión de Estado, porque es uno de nuestros bienes más preciados, es alimento espiritual, nada menos.
"Malos tiempos para la lírica", dijo Bertolt Brecht en la época convulsa que también a él le tocó vivir.
Ya vendrá el tiempo de las madres mías, de las quejas y de señalar culpables, siempre otro por supuesto, que pa eso somos españoles. El problema de la Administración es que los errores no se pagan, o por lo menos no los pagan los causantes, si no los contribuyentes. Responsabilidad habría que pedir a los que recortan los presupuestos, principales causantes de los males que esta sociedad tiene. Luego tenemos a los que con su complicidad apoyan esas bajadas, a los que mirando para otro lado han redactado unos pliegos de vergüenza, o es que quién redactó y aprobó los pliegos de este concurso no sabía lo que iba a pasar? Si no pones pruebas técnicas, si no pones bajada temeraria, si primas lo económico sobre lo técnico, que narices esperas? Pero esas personas están exentas de responsabilidad, seguirán con sus puestos de trabajo y no pagarán su imprudencia y error. No se si tendrán conciencia, pero lo que no tienen es vergüenza.
ResponderEliminarEste caso tiene mucho en común con la última concesión de los servicios de limpieza viaria y jardinería de Madrid. Sí, aquélla que acabó en huelga notoria en noviembre pasado.
ResponderEliminarEl Ayuntamiento de Madrid había aprobado en 2013 un pliego en el que la oferta económica ponderaba el 80% de la baremación total de las empresas candidatas; además, ahí el Consistorio bajaba el precio de salida de la licitación un 10% respecto al de 2012. Súmese que ya en los años anteriores se había rebajado ese canon más del 20%.
Para poner la guinda, las empresas adjudicatarias actuales, en 2013 ajustaron el precio del pliego hasta en un 26% menos; es el caso de Valoriza, perteneciente a Sacyr, para limpiar la zona 3 de la capital. Otro ejemplo de subasta al mejor postor, con resultado claro de baja temeraria, llámesele como se le llame ahora (usando el lenguaje tramposo para camuflar la realidad, al que nos tienen acostumbrados). Subasta de limpieza que terminó con unos recortes del 40% en la cuantía económica, en palabras del propio concejal socialista Jaime Lissavetzky.
Las otras adjudicatarias fueron las mismas que en años anteriores: Cespa (Ferrovial) y FCC, a las que se añadió esta vez OHL.
Y de aquellos polvos, estos lodos: el ERE con 1134 despidos iniciales, contestados con la huelga de limpieza en Madrid, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, gracias a la cual las reinvindicaciones de los empleados obtuvieron resultados.
Por desgracia, la cultura no es consideraba de un bien de primera necesidad, aunque indudablemente lo es si estamos en Occidente. Y quienes están al timón intentan que situaciones como las que este blog denuncia, no trasciendan públicamente.