El pasado 26 de noviembre
y después de 3 meses de tramitación parlamentaria el Congreso de
los Diputados aprobó el Proyecto
de Ley reguladora de la Biblioteca Nacional de España
con el apoyo del PP, PSOE, CIU, PNV y la abstención de UPyD e
Izquierda Plural.
En el articulado del
texto, que ahora será remitido al Senado, no aparece una sola
referencia relativa a la contratación de personal externo en
servicios esenciales de la institución, y por lo tanto, pretende dar
continuidad a un modelo que le ha supuesto a la Biblioteca Nacional de España denuncias
por cesión ilegal de trabajadores, despidos masivos de profesionales
con años de experiencia, impagos o incumplimientos de contrato por
parte de estas empresas hacia sus empleados, ERE, etc.
Por este motivo,
Todo sobre mi ERE decidió reunirse con los portavoces de los
principales grupos parlamentarios pertenecientes a la Comisión de
Cultura encargada de la tramitación de dicha ley, con el objetivo de
informar sobre el alcance de estas externalizaciones y denunciar la
grave situación de precariedad laboral y despidos, a la que se han
visto sometidos los trabajadores externos de dichos servicios en los
últimos años.
A lo largo del mes de
octubre nos reunimos con Ascensión de las Heras Ladera
(portavoz del Grupo Izquierda Plural), José Andrés Torres Mora
(portavoz del Grupo Socialista) y María Ascensión Figueres
Górriz (portavoz adjunta del Grupo Popular, aunque teníamos
prevista esta reunión con el principal portavoz del grupo Juan de
Dios Ruano Gómez, justo antes de entrar a la misma nos comunicaron
que no asistiría). Durante estas reuniones, pudimos comprobar los
distintos grados de preocupación e interés que los representantes
políticos mostraron ante la injusta situación que viene sufriendo
este colectivo, y que eso sí, sorprendentemente, todos los grupos
manifestaron desconocer.
Mientras que la portavoz
de Izquierda Plural nos transmitió su preocupación y compromiso
ante esta situación, en una reunión que duró cerca de dos horas y
media, el portavoz del Grupo Socialista, mostró una actitud más
relajada y desinteresada en una reunión que duro apenas una hora,
quizá motivada porque el PSOE fue en gran medida responsable de
estas externalizaciones durante sus años de gobierno. Ni que decir
tiene, como era de esperar por otra parte, que el Grupo Popular nos
despachó en veinte minutos sin mostrar la más mínima empatía por
un colectivo duramente maltratado por su gestión, y dejándonos
claro que la Ley se tramitaría en los términos en los que fue
redactada.
De estas reuniones, tan
solo Izquierda Plural se prestó a continuar manteniendo una
comunicación con nosotros, informándonos de la tramitación
parlamentaria de la Ley y mostrándose dispuestos a adoptar acciones
de apoyo, que concretaremos en las próximas semanas y que
agradecemos sinceramente. Sin embargo, también nos dejaron claro que
la Ley saldría adelante sin muchos cambios, como al final ha
sucedido, ya que el Grupo Popular tenía mayoría en la Comisión y
ha hecho valer dicha mayoría para vetar cualquier tipo de enmienda
crítica con el texto. A pesar de ello, la diputada de está
formación política hizo hincapié ante la comisión parlamentaria
en las grandes dificultades económicas que sufre la Institución,
provocadas por los brutales recortes presupuestarios sufridos en los
últimos años y denunció la grave situación de externalización
que se viene dando en la BNE desde hace más de 15 años.
En definitiva, parece
evidente que tanto desde las dos principales formaciones políticas
de este país, como desde la dirección de la institución cultural
más antigua de España se está precarizando y despojando de toda
dignidad a una profesión que deberían ser los primeros en defender,
porque redundaría en beneficio de un colectivo y de una organismo
público que es la cabecera del sistema bibliotecario español, y del
que indudablemente debería ser referencia.
La desidia política, la desidia institucional, la desidia funcionarial...., a nadie le importa un pimiento la Biblioteca Nacional, ni las bibliotecas en general vamos. Les da igual quien y cómo se trabaje ahí, total, la mayoría de gente ni siquiera sabe que hay una formación específica para trabajar en una biblioteca. Lo queramos o no, a este país le queda mucho recorrido para poner en su lugar a la cultura y a las bibliotecas. Estamos en el último lugar en cualquier presupuesto ya sea municipal, regional o estatal. Y que me corrija alguien, pero seguro que hay trabajos subcontratados en la BNE con unas exigencias académicas mucho menores y cobrando lo mismo o más que los técnicos en catalogación, y eso me vais a perdonar, pero es muy triste, que no digo que esos trabajos no lo merezcan, si no que el nuestro merece mucho más.
ResponderEliminarMe da la impresión de que lamentablemente nuestros políticos ha usado poco las bibliotecas públicas
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