La
Biblioteca Nacional de España organiza a menudo visitas guiadas para
el público en general. Además, al menos una vez al año se celebran
las jornadas de puertas abiertas donde se hace un recorrido por el
edificio y se muestran algunas obras singulares de la institución.
Cualquiera puede acceder a estas visitas. La Biblioteca se jacta de
su transparencia y de su ejemplaridad...
Mucha
gente se siente atraída por el grandioso edificio del siglo XIX que
ocupa: la escalinata, el zaguán, el salón de lectura... estancias
que infunden respeto y admiración al recorrerlas, igual que si
estuviéramos en un gran templo de la cultura con colecciones
artísticas y bibliográficas únicas, además de todos los libros
que se publican en España y otros fondos como manuscritos, dibujos,
fotografías, grabaciones sonoras, etc. Dentro hay un tesoro de valor
incalculable, patrimonio de todos nosotros, que la Biblioteca y los
que trabajan en ella se encargan de cuidar. Obviamente, conservar ese
tesoro conlleva un enorme trabajo especializado, minucioso y metódico
que no suele percibir el usuario de a pie.
Los
trabajadores externos hemos sido a menudo testigos de cómo se
organizan las jornadas de puertas abiertas que se realizan los
sábados, cuando no hay trabajadores externos ni huellas del trabajo
diario que, premeditadamente, se oculta. Parece que todo aquello
fuera obra de unos pocos funcionarios muy eficientes o de un equipo
de duendes que trabajan afanosos cuando todos duermen.
Os
proponemos ahora hacer una breve visita a la Biblioteca Nacional de
España un día cualquiera, como si fuéramos un usuario cualquiera
que va a consultar algunos fondos y hacer uso de sus servicios.
¡Bienvenidos!
Para
acceder a la Biblioteca Nacional tendrá el honor de subir la
escalinata flanqueado por Alfonso X y San Isidoro entre otros. Una
vez dentro, pasará por un control de seguridad (que realiza una
empresa subcontratada) y se dirigirá a la Sala de Información y
Carnets donde una persona de una empresa externa le informará del
funcionamiento de las distintas salas y le hará su carnet de lector
o el que corresponda.
Después
podría ir, por ejemplo, al Salón General. Allí, en el mostrador,
un trabajador externo le asignará un pupitre y recogerá su
petición. Antes habrá consultado los fondos en el OPAC para
localizar el documento que necesita (la mayoría de los registros que
aparecen en OPAC los realiza personal externo especializado). Cuando
recibe su petición, el personal de sala (empresa externa) se dirige
al depósito a buscar el libro que usted ha pedido y se lo lleva al
Salón para que pueda consultarlo. El ejemplar que tiene en sus manos
ahora ha seguido un proceso normalizado que, en su mayoría, realizan
empleados de empresas externas: recepción, registro, catalogación,
clasificación, asignación de fondos, ordenación. Gracias a ese
proceso el documento llega a sus manos.
Si no encuentra lo que busca en el Salón General podría ir a la
Sala de Prensa, o a la Sala Barbieri (música), o incluso a la sede
de la Biblioteca en Alcalá de Henares, etc. El resultado será el
mismo, trabajadores externos que le atienden y que han ejecutado la
mayor parte del proceso técnico del documento.
En
conclusión: el personal externo le acoge, le informa, realiza el
trabajo de base…
Actualmente
no hay una cifra oficial del número de trabajadores externos de la
Biblioteca Nacional, aquellos que hacen gran parte del trabajo
esencial para que la institución funcione. Se estima que podría ser
de un 50%. ¿Quiénes son entonces los que sustentan el gran valor de
esta casa? Está claro que no únicamente los pilares del magnífico
frontón de la fachada, sino los pilares humanos, representados al
menos en un 50% por personal externo ignorado y maltratado
laboralmente. Según la ley por la que la Biblioteca será organismo
autónomo, una de sus funciones principales consiste en que el
personal propio realice las tareas que le son inherentes, esas que
ahora se subcontratan a través de concursos públicos. Para eso
habría que tener una plantilla estable suficiente; en un momento en
que cada vez hay menos funcionarios y menos oferta de plazas públicas
nos preguntamos si se trata de ingenuidad o simplemente sarcasmo.
Volviendo
a nuestra visita guiada y para finalizar le gustará conocer una
parte de la Biblioteca Nacional de España que casi nadie puede ver:
el despacho de dirección, otra joya, con muebles antiguos, objetos
de valor y una serie de cuadros de personajes ilustres y antiguos
directores a los que la propia directora, en una entrevista al diario Expansión,
pide inspiración para realizar bien su trabajo… creemos que en
adelante tendrá que pedirlo con más entusiasmo.
Muy bueno y necesario este artículo.
ResponderEliminarPorque es didáctico, explica quién trabaja detrás de esa fachada monumental, enseña lo que la BNE siempre omite en sus reportajes en televisión y en las entrevistas.
Cabe añadir que el personal subcontratado también realiza tareas en la sede de Alcalá de Henares y se envían documentos solicitados por los lectores a la de Madrid.
A la visión parcial que la sociedad tiene de la Biblioteca contribuyen los medios de comunicación, con su veneración devota ante los tótems de la cultura. Como siguiendo una ley no escrita, difícilmente ejercen la crítica ante instituciones como ésta o la Real Academia de la Lengua, por hechos objetivamente reprobables que la merecen, caso de la precariedad laboral descrita en este blog.
¿Para cuándo la responsabilidad de la prensa ante la desigualdad social... en estos ámbitos? El cuarto poder tiene pendiente la autocrítica sobre su papel hasta ahora en esta, digamos, democracia, y dejar de seguir apuntalando estructuras rancias. Su silencio la hace cómplice.
No estamos hablando de perjudicar los intereses de grandes patrocinadores que financien sus medios de comunicación, sino sólo de entidades de la cultura. Por su código deontológico, los periodistas deberían practicar más la crítica al analizarlas y hacerlo en profundidad.
Cultivar la cultura es ir más allá de la fachada. Lo exterior es la estética, diferente de la ética.
Y si esta es la realidad de la Biblioteca Nacional, ¿cómo es posible mirar hacia otro lado?¿cómo se puede ningunear a todas esas personas? Es incomprensible. Estupendo artículo
ResponderEliminarEse personal externo que es ninguneado por la señora Ana Santos y su cuadrilla, con sus pírricos sueldos están pagando a su señoría un sueldo que supera los 70.000 € anuales, un sueldo que sale de los impuestos de todos, y que ella tiene la poca vergüenza de mirar para otro lado cuando le preguntan por la precariedad laboral del personal externo. Es una persona que demuestra tener muy poca ética y muy poca vergüenza.
ResponderEliminarBuenisimo post y muy didactico!!! La gente piensa que todo el que trabaja en la Biblioteca es funcionario pero no, y no sale ese personal externo ni en documentales ni en cifras oficiales que, por cierto, cada vez salen menos!!!! Cambian todo y lo ponen bonito para que la gente vea lo que ellos quieren que vean y "esconden" lo "feo"!!!! Menos mal que poco a poco se va sabiendo lo que pasa alli dentro
ResponderEliminarYo alucino. ¿Entonces, dónde están y qué hacen los funcionarios en la Biblioteca Nacional?
ResponderEliminarSellar y marcharse y volver a la hora de salida para hacer lo mismo. Ó estar horas interminables para desayunar, después un tentempié y una cervecita antes de la hora de salida. Amén de estar haciendo perder el tiempo al personal que si trabaja y que por educación no les mandan a freír...
EliminarBuena pregunta, usuari@
EliminarEfectivamente, nos dedicamos a eso. Pero no en exclusiva. También abusamos de niños, robamos los bastones a los ciegos antes de cruzar la calle y comemos gatitos vivos.
EliminarEn época navideña también nos dedicamos a estar tres horas por lo menos, para crear árboles navideños hechos con libros o decoración de nuestras secciones para ganar algún concurso interno.
EliminarSeamos sinceros: a veces las cosas son así nos gusten o no verlas reflejadas. Trabajar, trabajamos como el que más pero es cierto que en ocasiones tenemos mucha más libertad que el personal externo. Podemos hacer cursos hasta de macramé si es necesario, en horario laboral y no pasa nada. Para eso están. No es culpa del personal funcionario ni del personal externo. La responsabilidad es de cómo está planteado el sistema. Y la desidia de los responsables correspondientes. El personal externo puede ayudarnos a realizar tareas que de otra manera no podríamos, siempre que dicho personal esté cualificado y tenga experiencia para ello y no tengamos que ir detrás a revisar todo lo que hacen. Y eso trae consecuencias, como todos vemos cada día...Bien lo saben/sabemos en muchas secciones. Todos sabemos lo que ocurre y preferimos mirar para otro lado a pesar que no tenemos nada que perder puesto que lo más importante a perder en estos tiempos es el trabajo. También nos perjudicamos a nosotros mismos muchas ocasiones y eso hace que haya habido un éxodo continuo de personas muy válidas para la Institución ya sea por movimiento entre secciones como por irse directamente de la casa.
Es Navidad, es tiempo de reflexionar y ser generoso y dado que el año Nuevo está tan cerca quizá podamos empezar a cambiar las cosas.
Yo he estado catalogando en la BNE como trabajadora de empresa externa en fondo antiguo varios años, y los funcionarios de este Departamento no sabían Latín. Éramos NOSOTROS los que revisábamos - a diario - las catalogaciones pírricas y mínimas que hacían los funcionarios, y no al revés. Ésa es la realidad de la BNE, pese a quien pese, a sí que menos ironías y más sinceridad, "Funcionario" y "Funcionaria".
EliminarAl menos eres tranca, funcionaria. Pero no te equivoques, la responsabilidad es de todos, en mayor o menor grado, y empieza por la responsabilidad individual y el compromiso con el trabajo diario. No pretendamos que la sociedad cambie sin cambiar primero lo que pasa en nuestra casa
EliminarEllos solo dirigen el barco...
ResponderEliminarY sacan pecho a la hora de decir que con poco presupuesto las cosas se siguen haciendo igual, cuando es mentira. Directora, dimisión!!! Y la gente de su entorno igual!! Ya está BIEN!!!
ResponderEliminarNADA.
ResponderEliminarSeñora Directora, por qué no intenta hacer lo mismo pero con el 50% menos de ingresos? Ya se lo digo yo, es imposible. Lo que está haciendo con la biblioteca nacional es una verguenza, está condenando a unos trabajadores a una precariedad laboral brutal, es usted una desvergonzada, después de esto espero que se retuerza ante la inmoralidad que está haciendo. Los trabajadores externos tienen derecho a vivir dignamente con su trabajo. Seguro que con los casi 80.000 € anuales que cobra usted no tiene esos problemas.
ResponderEliminarEste es el principal problema de la Biblioteca Nacional. Solucionen esto ya. ¿Me van a decir que el trabajo sale igual ahora que antes? Noooo. El trabajo no sale o sale mal. Pero la institución va a callarse y seguir con esta chapuza. ¿Me van a decir que el año que viene van a salir plazas públicas como para cubrir unas necesidades de personal que ahora suponen el 50% (sin contar con que un funcionario produce una tercera parte que un trabajador externo, claro)?... Qué desastre
ResponderEliminarLas visitas guiadas a la Biblioteca Nacional bien podrían titularse como la canción de Celtas Cortos que dice
ResponderEliminarCuéntame un cuento y verás qué contento
me voy a la cama y tengo lindos sueños.
Pero una media verdad es una mentira.
Al público visitante no se le explica que los subcontratados son mercancía obtenida en una subasta, que se ha roto el contrato social en una economía de mercado descarnada. Y, mientras, los gestores miran para otro lado, atrincherados en sus privilegios. En connivencia con el aparato, son brazos ejecutores de políticas que siguen incrementando las desigualdades en nuestro país.
Por eso es tan necesaria la ciudadanía como contrapoder permanente, fiscalizando la labor de quienes todo lo administran.
En este sitio se defiende el patrimonio cultural que es de todos, primando la calidad en lugar de la cantidad exprés a precio de saldo.
Lo contrario, la pasividad, sería la que Celtas Cortos critica en Tranquilo majete
... Si en España el aumento del paro ya va por el tercer millón
Y si el campo se va a la mierda y el poder huele a corrupción
Tranquilo, no te pongas nervioso, tranquilo
Tranquilo majete en tu sillón, tranquilo majete en tu sillón.
Toda la razón Liberfilia. Y cuando esas visitas guiadas pasan por las diferentes secciones de la Biblioteca, en horario laboral, mientras están trabajando todos los trabajadores externos, nadie les dice que pertenecen a una empresa, dan por sentado que todos los puestos ocupados. y son muchos, corresponden a personal funcionario. En alguna rara ocasión sí les advierten que es personal contratado pero no dan más explicaciones y pasan al siguiente tema.
ResponderEliminarCuando hay algún reportaje acerca de la BNE todos recibimos mensajes de amigos en los que nos avisan a ver si nos ven. Ja ja y mil veces ja. Lo que no entiendo es por qué a un periodista no le interesa sacar también el hecho de que la BNE permita que entre sus externos haya gente que lleve 3 meses sin cobrar.
Somos como los curris de Fraguel Rock: estamos ahí pero no se nos ve.
Totalmente de acuerdo! Cada vez que leo o veo algo de la BNE en los medios (prensa, tele), me pone de los nervios, porque no cuentan la verdad y "pintan" a la BNE como la octava maravilla mundial. ¿Para cuando la denuncia que sí hacen en otros sectores?
EliminarLa realidad, como dice el artículo muy acertadamente, es que los externos sacan adelante la BNE. Y casi nadie de fuera lo sabe. Hay que denunciar, bravo por vosotros
ResponderEliminarEstupendo articulo. Sobre los invisibles de la BNE
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