El proyecto de Servicio Técnico de la Biblioteca Nacional de España

Determinadas situaciones laborales no se gestan de un día para otro, y en ocasiones, no es sólo uno el culpable de la situación. Con la crisis económica, las administraciones públicas en general y la Biblioteca Nacional de España en particular, han ido recortando sus presupuestos. Los recortes han llevado a la precarización a millones de españoles, pero además hay cambios de gestión y criterio dentro de los entes públicos que conllevan no sólo la reducción económica, sino que hacen bajar hasta desaparecer la mínima exigencia de calidad del trabajo.

Vamos a hacer un repaso de estos últimos años en los proyectos de Servicio de Proceso Técnico de la Biblioteca Nacional de España, los cambios en los pliegos de condiciones para externalizar el servicio.

La adjudicataria de estos proyectos ha sido la empresa Ever Team. El historial de Ever Team para la Biblioteca Nacional de España es largo. Uno de los proyectos más estables fue el de 2009-2013 del Servicio de Proceso Técnico, con una duración de 4 años renovando al 2º año por otros 2 años más. Mostramos cómo se establecían los criterios de selección:

Fuente:  Plataforma de Contratación del Sector Público

Después llegaba el contrato de 2013-2014, con una duración de 16 meses renovando de 8 meses a 8 más. Cuestión de crisis y recortes en cultura, y que aún concedida la prórroga se recortó a 6 meses, por falta de presupuesto. Este contrato conlleva a la primera precarización de los trabajadores, recorte de presupuesto y jornada de trabajo, que Ever Team aprovechó para hacer una bajada salarial no proporcional justificada por una reducción de la jornada laboral (algo que daría para otro post). Aún así en este pliego se mantienen criterios de selección similares, como podemos ver aquí:

Fuente:  Plataforma de Contratación del Sector Público

Esto es, un examen a realizar por parte de la plantilla de la empresa que se presenta al concurso y un equilibrio entre valoración técnica y económica. Aquí lo mostramos:

Fuente:  Plataforma de Contratación del Sector Público

Y por último, para el 2014, llega la estupefacción al leer las nuevas condiciones del pliego de contratación, el cambio de criterio a la hora de sacar el concurso público, la subasta al mejor postor, donde llegamos a la prácticamente nula valoración técnica:

Fuente:  Plataforma de Contratación del Sector Público

Como vemos, desaparece el examen, la valoración de la capacitación y formación del personal (se pide acreditar la titulación, pero no previamente si no a expensas de que la Biblioteca Nacional de España pueda solicitarlo en el momento que estime oportuno), y aumentan de forma sorprendente la balanza hacia criterios económicos y productivos.

Con estas condiciones, ¿cómo se quiere establecer una plantilla, que es fundamental para la realización del servicio básico de la Biblioteca Nacional de España? Reconocido por un cargo de la propia de la entidad en este artículo de El Confidencial con fecha 27 de diciembre de 2013:

Fuente: El Confidencial

Y se reconoce que quieren sus expertos, nadie niega que expertos tienen, aunque algunos no sean propios. Y se podrían plantear hacer una subrogación para mantener al personal, o una contratación directa donde además se le ahorraría a las arcas del Estado el dinero que se queda la empresa intermediaria.

Fuente: El Confidencial

Pero luego nos sorprende con la contradicción de que no puede valorar la experiencia porque sería discriminatorio:

Fuente: El Confidencial

Entonces, si se anula la prueba técnica (que se plantea en el citado artículo cómo lo único que tiene de ventaja las personas con más experiencia), y no valoras la experiencia adquirida tras años de trabajo, mérito y capacitación demostrable del personal, ¿qué tipo de plantilla y personal quiere la Biblioteca Nacional de España? Parece que expertos no.

Esto que vemos, no es una adaptación a un presupuesto corto que ahora tiene la BNE, sino el resultado de una visión, a nuestro entender, totalmente erróneo en la gestión de una Biblioteca Nacional, cabecera del sistema bibliotecario español. Una visión política de falta de amor a la cultura y a lo público, a la cultura como bien público y necesario para el crecimiento de un país, y a esta institución que es pública y su gestión debe tener como función servir lo mejor posible a sus usuarios, a los ciudadanos.

Si permitimos que el trabajo que se realiza en esta institución no sea de calidad, el desprestigio de la misma hará que en unos años se juzgue su rentabilidad e incluso su utilidad. No se puede permitir. La destruimos por dentro y luego ya tiraremos lo que quede.

Este cambio de criterio se está imponiendo tanto en el Servicio de Proceso Técnico como en otros que están externalizados o privatizados en la BNE, como en la Sección de Música. Y más que iremos viendo bajo estas circunstancias y bajo las directrices de los cargos de nuestras instituciones públicas.