Una investigadora,
un científico o cualquier otro grupo de profesionales tras varios
años de trabajo publican su investigación en un libro, documento
electrónico, publicación periódica,... A su vez, todos estos
documentos llegan a la Biblioteca Nacional de España, donde otro grupo de
profesionales se dedica a registrarlos, catalogarlos, clasificarlos,
ponerles signatura, y finalmente los ponen a disposición del público
para que otra investigadora, otro científico o cualquier otro
profesional solicite el documento que ha sido descrito
bibliográficamente. Aquellas personas a las que se le ha prestado el
documento solicitado, van a generar conocimiento. El conocimiento
tiene muchas caras, pero una de ellas, vital en estos momentos, es el
desarrollo económico. Por ejemplo, la investigadora desarrolla una
patente, la patente se convierte en un producto, el producto se hace
en una fábrica donde hay trabajadores que van a desarrollar lo que
se ha investigado, se ha creado mano de obra; el producto llega a un
mercado, se vende, distribuye, crea riqueza. Todo esto viene a
significar que en la Biblioteca Nacional de España no sólo se custodian los
libros, sino que, además, se genera conocimiento.
La Biblioteca Nacional, además, como cabecera del sistema bibliotecario español, es la referencia para la totalidad de las bibliotecas del país: se consulta en otras muchas bibliotecas y centros de documentación para crear una colección, normalizar un autor o crear una materia. Así pues, aunque el científico, el investigador o el profesional no acuda directamente a la Biblioteca Nacional, consulta el trabajo que aquí se hace a través de las bases de datos de sus centros de investigación de referencia.
Pero claro, la
Biblioteca Nacional, como otras instituciones, es fruto del
tijeretazo. Se reduce la cuantía presupuestaria para todo. Reducción
del gasto público. Deficit 0. Recortes presupuestarios. Merkel, la
Troika, Draghi, crisis de la deuda, crisis financiera. “Hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades” (más bien
sobrevivido), “Hay que apretarse el cinturón”. Desempleo. Drama en todos los sectores productivos: EREs, baja temeraria,
bajadas de sueldo injustificadas, precarización laboral... Y a este
ritmo esclavitud, derecho de pernada, etc.
Ante este panorama
tienen que existir soluciones, ¿no? Hay que salir de la crisis. ¿Cómo
lo hacemos? Trabajando más, ganando menos y recortando en todo. ¿Se
han decidido a invertir en I+D? No. ¿Se han decido a aumentar la
partida presupuestaria en este sector? No. ¿Entonces? Pues la
economía va a hacer que este país sea más pobre en los próximos
años, a que dependa cada vez más de otros mercados que desarrollen
los productos que aquí se han dejado de desarrollar por que no se
investiga. Vamos a convertirnos en una economía subdesarrollada,
porque nos vamos a convertir en consumidores y no en productores.
Voy a hacer una
comparativa entre la zona "guay" de Europa, Alemania, y la zona menos "guay" de Europa, Grecia y España. Cojo Grecia porque se parece mucho
a España. Y no se puede comparar España con Alemania, porque es
como comparar el Alcoyano con el Real Madrid. Pues bien, año 2007: en
Alemania se invierte en I+D el 1,77 de sus presupuestos; en España
el 1,94, en Grecia el 0,62. Vamos al año 2012: en Alemania se
invierte en el mismo sector 2,02, en España 1,26 y en Grecia 0,71
(Datos
Eurostat). Ahora invito a los lectores a que
hagan una búsqueda en Google y vaya a datos actuales. Les puedo
asegurar que más o menos se han mantenido a ese nivel las
inversiones y no han subido más que un par de décimas por país.
Como vemos, no se
está realizando inversión en conocimiento, lo que explica que el
investigador se marche a otros países, la científica emigre o los
grupos de investigación no publiquen nada nuevo. Lo que implica que,
a la larga, no se desarrollaran productos nuevos, no se abrirán
fábricas, no se creará empleo. Alguien del gobierno se acordó de
Unamuno para mal y dijo: “Que inventen ellos”.
Pues bien, todo
esto viene a explicar en parte la situación que se viene produciendo
en la Biblioteca Nacional desde hace unos años, relacionada a su vez
con la pérdida de valor del sector público. Es decir, que el
deterioro que vive esta situación es similar al que se produce en
otros sectores como la educación y la sanidad: sale una oferta a
concurso público donde el criterio técnico no puntúa nada más que
el 35%, donde no se pide expresamente la solvencia profesional del
personal contratado, sino que se podrá pedir o no.
¿Qué le importa
a la Biblioteca Nacional la calidad de lo que produzca? Nada. ¿Y entonces qué le
importa a la Biblioteca Nacional? Lo que les importa es el ajuste al
presupuesto. Señoras y señores, les invito a pasearse por el
catálogo de la Biblioteca Nacional en los próximos meses y verán
lo que les digo. El resto de las bibliotecas dejarán de tener en
cuenta a la Biblioteca Nacional; ante cualquier duda, emigrarán,
como hacen los científicos, a otras bibliotecas para ver cómo hacer
una autoridad, colección, materia, título uniforme... La Biblioteca
Nacional será un simple edificio en el que se guarden los libros, un
gasto de dinero que los posteriores gobiernos estimaran a la baja,
porque no es la referencia de nada y tampoco es la cabecera y no
genera conocimiento, ni riqueza ni nada.
Pero nosotros solo somos los operarios de la cultura, los actores secundarios.
ResponderEliminarY mientras el esqueleto se pudre, la fachada se maquilla para salir bien en las fotos de los turistas. Para ilustrar las inauguraciones donde políticos y directivos se pasean satisfechos comiendo canapés y haciendo ruido con tal de no escuchar los crujidos de los pilares que - en las salas del fondo- se empiezan ya a agrietar. A quién le importa.
Qué triste.
Muy Bueno
Eliminar¡Es un artículo genial!. ¿Habéis pensado en hacer una petición al Ministro, Ministerio de Cultura, Gobierno y a todo lo que se precie?. Recabando firmas y enviándo la petición. Sé que hay una org. pero no recuerdo como se llama ahora... Pero es una idea...
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