Convicciones para un ERE

Comenzamos un nuevo periodo de consultas entre los trabajadores y Ever Team con motivo del nuevo ERE que el pasado 2 de abril nos puso sobre la mesa.

En su última columna de El País Semanal el escritor Javier Marías recoge en su artículo "Los mejores y los peores” dos versos de Yeats con un profundo significado y que nos deberían hacer reflexionar: “Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad”.

Para Marías, Yeats hace referencia a que con demasiada frecuencia las personas que poseen una gran vehemencia, exageración y dogmatismo consiguen imponerse por su simplificación del discurso a aquellas personas que buscan el diálogo, la discusión y el consenso, y que en ese camino olvidan sus convicciones, aquellas que precisamente les unen.

Hasta cierto punto y con excepciones estos versos tienen una gran verdad, y sin embargo existe algo esperanzador y es que cuando los “mejores” tienen esa convicción no hay nada que pueda parecer imposible.

Es cierto que en demasiadas ocasiones el pensamiento único y autoritario sale victorioso, pero no es menos cierto que sin plantar batalla la lucha no es posible. Es necesario continuar con esa convicción que nos llevó a mantenernos firmes y unidos en el ERE del pasado mes de marzo y a conseguir la suspensión del mismo, aunque tan solo fuese por un periodo de dos meses. Actualmente existe una empresa, que parece ser la adjudicataria del proyecto, y que está realizando entrevistas a varios trabajadores del mismo, entrevistas en las que no se dicen cuales serían las condiciones, ni salariales ni de ningún tipo, pero en las que si se pide un currículum firmado para ser entregado a la Biblioteca Nacional de España. De sobra es conocida la reputación de dicha empresa dentro de la institución, así como también lo son sus sueldos y sus duras condiciones de trabajo.

Tenemos que tener claro el objetivo principal de esta lucha y es la defensa de unos puestos de trabajo dignos, con unas condiciones laborales adecuadas y justas. Retomando el artículo del señor Marías: “Los peores se hacen fuertes cuando los mejores carecen de convencimiento. Cuando éstos se amedrentan y desisten. Cuando temen verse sobrepasados o repudiados. Cuando deciden que razonar, argumentar y pactar ya no sirve de nada. Ese ‘ya’ es lo más peligroso que existe. Señala el momento en que los inteligentes arrojan la toalla, en que se resignan a no ser escuchados, en que se persuaden de que sólo el vocerío vale para hacerse oír, y de que, por tanto, una de dos: o hacen literalmente mutis por el foro o se suben a la grupa del simplismo y el estruendo, del blanco o negro, del conmigo o contra mí”.

Debemos razonar, dialogar, discutir y consensuar nuestras diferencias y unirnos en nuestras convicciones y todo será posible.